Somos una comunidad de fe donde, religiosas, padres de familia, jóvenes, niños, profesores, personal auxiliar, gente de ciudad y del campo, trabajamos juntos y nos comprometemos a buscar soluciones evangélicas a los problemas urgentes de la sociedad de un mundo en cambio. Nuestro trabajo educativo intenta lograr el desarrollo integral de la persona, que implica la formación religiosa, social y cultural.

EL ESPÍRITU DE LA ASUNCIÓN no se limita solamente a la creación de una comunidad educativa, va más lejos, tiene que llegar hasta el corazón mismo de la sociedad para transformarla desde el Evangelio. Como hombres y mujeres cristianos, tenemos que comprometernos en otros campos de la actividad humana.

Para lograr este reto, estamos convencidos de que el aprendizaje se vive de manera más integral, si se desarrolla en una comunidad que sostenga, fortalezca e impulse acciones en todos sus actores. Ello sólo es posible si somos capaces de vivir y enseñar una plataforma de valores cristianos que se traduzcan diariamente en un modelo educativo basado en nuestros ocho valores fundamentales.