Según la definición de la ONU, la equidad de género se refiere a “la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de las mujeres y los hombres, las niñas y los niños”. Por ello, el sexo con el que hayamos nacido no debería determinar los derechos, oportunidades y responsabilidades que podamos tener desde el nacimiento y a lo largo de nuestra vida.

La desigualdad histórica que el género femenino arrastra en diversos ámbitos es una realidad, aun en nuestros tiempos. Existe desigualdad en el ámbito académico, laboral, social, político y familiar.

Cuando pensamos en educar a los niños con el concepto de equidad y perspectiva de género, lo que buscamos es asegurar una igualdad real que compense para hoy y para el futuro de las mujeres lo que históricamente no han tenido, es decir, igualdad sustantiva entre hombres y mujeres. También se busca la erradicación de la violencia en razón de género y la discriminación.

Para lograr esto, es necesario comenzar desde la educación preescolar y ésta debe seguir reforzándose a lo largo de todo el proyecto educativo y hasta la vida adulta.

A continuación, compartimos 10 estrategias de cómo podemos introducir y asentar el concepto de equidad e igualdad desde los primeros años de vida, tanto en el centro escolar como en la casa.

1. Juguetes Neutros: Fomentar el uso tanto en la escuela como en casa de aquellos juguetes llamados neutros, que promueven el juego como actividad universal que trasciende el género y no lleven intrínseco el concepto de productos para niñas o para niños.
   
2. Alternativas de uniforme unisex: Esto permite que niñas y niños jueguen por igual, se sienten en el suelo, experimenten, corran y vivan su infancia de igual manera.
   
3. Incentivar el juego simbólico sin estereotipos: permitir que el proceso exploratorio suceda de manera natural donde cada niña/o decida cómo y con que desea jugar y se normalicen todos los roles que las/los pequeñas/os decidan adoptar.
   
4. Uso de lenguaje igualitario y no sexista: Por ejemplo, nunca generalizar en masculino para referirnos a un grupo en el que existen niñas y niños y evitar expresiones que puedan ser discriminatorias hacia cualquier género.
   
5. Crear grupos y equipos mixtos y diversos: De esta manera, niñas y niños pueden gozar de la igualdad de oportunidades, recursos y derechos durante toda su vida académica.
   
6. Todas las clases son para todas y todos: Las actividades que se realizan en la escuela deben ser ofrecidas a todas y todos los alumnos por igual en función de sus gustos, intereses y capacidades, pero nunca en función de su género.
   
7. El rol de las y los maestros: para lograr una educación igualitaria desde la infancia es necesario establecer un entorno educativo donde las maestras y maestros no traten de manera diferente a su alumnado.
   
8. Predicar con el ejemplo: Generar un ambiente de inclusión y cooperación igualitaria entre niñas y niños tanto en el hogar como en el aula facilitará la incorporación del concepto de equidad en las vidas de las niñas y niños.
   
9. Tareas domésticas para todos: Promover la limpieza del salón de clases y el espacio de trabajo debe fomentarse como una responsabilidad tanto de niñas como de niños. Lo mismo en el hogar, en la medida de las capacidades por la edad de cada niña o niño, todos deben dividirse las labores independientemente del género. 
   
10. Presencia de los padres de familia. Incentivar la presencia de ambos padres de familia en reuniones y actividades escolares.

En conclusión, la escuela y la familia deben constituir un equipo sólido para insertar en una base diaria y recurrente el concepto de equidad en las niñas y niños y así lograr erradicar la desigualdad de género. Tanto en la casa como en el colegio, se deben siempre impulsar las oportunidades educativas para niñas y niños de manera igualitaria. Eliminar prejuicios y hábitos sexistas, evitando las ideas preconcebidas y fomentando el razonamiento crítico en la infancia.